sábado, 22 de noviembre de 2008

martes, 18 de noviembre de 2008

GABRIELA FABRE

Intersticios y vértices
Lugares de encuentro y propagación.
La signatura de esta instalación desmiente las presencias discretas



LUCIA INDHER

Serie al óleo "La lectora"
Introyección e iconoclastia.
Vanidades pictóricas

lunes, 17 de noviembre de 2008

jueves, 13 de noviembre de 2008

Los Tránsitos de Guerrero


Desde neones, fotografías y video se puede apreciar en la corta muestra.

Francisco Santana / kikosanse@yahoo.es / Guayaquil

Graciela Guerrero propone en su trabajo conceptual dos neones, tres fotografías, una escultura en chatarra, un mural, un objeto de paja toquilla y un karaoke en video. Es una muestra aparentemente sin unidad; variadas propuestas para acercarse al arte.
Toda obra tiene una intención y su creador intenta comunicarse a través de su trabajo, sea este pobre en recursos, o esplendido en el manejo de los elementos que lo componen. Partiendo de la leyenda que Guerrero escribe en el mural de nombre Eterno retorno (o sumak kawsay): “no hay pobreza más grande que la pobreza intelectual”; se puede intentar una aproximación a la intencionalidad de la autora. Nunca hay que renunciar a cultivar el intelecto.
El mural está habitado por animales con una venda en los ojos y un garrote en las ¿se puede decir manos? El simbolismo sirve a la intención: ¿hay que garrotear a la pobreza más grande?, ó, ¿los intelectuales son unos pobres animales que reparten palos de ciegos por doquier? La respuesta concierne al observador.
En las fotografías, cuyo registro pertenece a Ricardo Bohórquez, deja patente una idea. Hay ahí un diálogo silencioso que se establece con el espectador. Postales de cerros de casas anónimas construidas con caña guadua (material de pobre), cubiertas de polvo y tristeza, pero entre las cuales destaca una sola, la que la artista decidió colorear y rescatar del paisaje monótono. Los ojos se quedan y viajan buscando el mensaje. ¿Solo existe una visión de las cosas? Hay que plantearse la duda y rebuscar la respuesta en la experiencia que se tenga sobre Guayaquil. Porque allí hay más que simples casitas que rodean a la ciudad.
Lo mismo para los neones titulados Dulces sueños y Nube y fuego. En lo simple también hay efecto. Angelito y diablito compitiendo por el alma que habitará sus reinos. El espíritu o el pensamiento imperecedero permanece en el mundo. Es obligación que toda obra contenga un espíritu, sin él no es nada más que una cosa que yace y simplemente pronto caerá en el olvido, lo cual, sin duda, no es la idea de ningún creador. El artista quiere posteridad, habitar en la mente del que decide reparar en la obra, esos segundos no deben ser despreciados por el creador en tonterías que no hallarán asidero en el que asiste a la presentación.
La obra A mi pana Gerrit, una silla que espera por alguien que no está y el video karaoke Ñuca juyaigu Guayaquil complementan la exposición.

martes, 11 de noviembre de 2008

Espacio Público

Reportaje publicado el domingo 9 de Noviembre

jueves, 6 de noviembre de 2008

miércoles, 29 de octubre de 2008