miércoles, 15 de julio de 2009

El Jefe prepara un sango de rock pornotrónico...



Por: Rafael Veintimilla Aragundi

LA MÚSICA, LOS JINGLES DE TV, UNA OBRA TEATRAL Y SU PASIÓN POR CHARLY GARCÍA CONSUMEN EL TIEMPO DEL BAJISTA JUAN CARLOS VERGARA

El Jefe (no confundir con Daniel Santos, ni con Bruce Springsteen) es de todo un poco. Tiene mucho de músico loco, uno que desde hace 15 años se ha alimentado de los discos de Charly García (cuando descubrió el álbum La grasa de las capitales) y ahora pretende patentar el rock pornotrónico.

Tiene algo de actor (encarnará a un monje que vende encebollados en la obra costumbrista Sango de pasiones) y un título de licenciado en producción audiovisual.

Y, por supuesto, El Jefe tiene algo de rebelde. A los 10 años llegó al Conservatorio Antonio Neumane para aprender a tocar piano. Solo aguantó un año y renunció. Prefirió espiar a su hermano mayor Antonio, quien ya tocaba la guitarra canciones de Led Zeppelin y The Beatles.

Y lo de Jefe tiene una explicación lógica. Es más bien la herencia del sobrenombre con el que era conocido Alejandro Vergara Martiz en el mundo de los ‘apagafuegos’ del siglo pasado. De hecho, en la calle Octava y Argentina existe un cuartel de bomberos que se llama Jefe Vergara, en referencia al tío bisabuelo de Juan Carlos Vergara López, el bajista que alista su primer disco como solista y la musicalización de Sango de pasiones, una obra de teatro costumbrista en la que es uno de sus personajes.

Reconoce que el proyecto del disco no es nuevo. Tras haber formado parte de otras bandas como la del Viejo Napo, en la que fue su director; Támesis en la que compartió el escenario con su hermano Antonio, quien es guitarrista, y el cantante Danilo Rosero, más otras colaboraciones para Pamela Cortés y el rapero AU-D, El Jefe Vergara decidió independizar su música .

En 2003 grabó varias de las canciones que desde el año pasado el público conoce, a través de sus conciertos en bares. Entre ellas constan Pateando el perro, Alguien se escapó, Inexplicable y Contracorriente.

No obstante, sus trabajos como asistente de producción y creador de ‘jingles’ de programas para Ecuavisa y Teleamazonas truncaron temporalmente ese proyecto, que retomó hace dos años.

El 40% de las melodías, que plasmó en el estudio que armó en su casa, constará en su disco que todavía no tiene nombre (posiblemente se llamará Contracorriente o Loqueando).

Hasta la semana pasada estaba previsto estrenarse en agosto, pero dice que deberá esperar un par de meses más, después de desocuparse de sus otros planes.

Antonio, quien es ingeniero de sonido y masteriza el disco; el baterista Giancarlo Guzmán y el tecladista Víctor Andrade (el mismo que canta en Niñosaurios) completan la banda de El Jefe.

Cada uno aporta con sus ideas, aunque el concepto del disco es del Jefe. Incluso, su novia Jazmín Erazo colabora con el diseño de su disco.

Hijo de la soprano Angelina López, El Jefe revela que él grabó todos los instrumentos en 2003, desde el piano hasta la batería y que eso sirvió como guía para que sus músicos le agreguen detalles.

El resultado de ese ‘sango musical’ es el rock pornotrónico (lo llama así porque “es muy electrónico que puede desatar reacciones ‘cachondas’ entre quienes lo escuchan, especialmente las mujeres”).

Quizás Loqueando sea su primer sencillo promocional. Dice que ya tiene el bosquejo de su video, en el que “escapa en un avión caricaturesco”. El Jefe no para. Aprovecha todas las propuestas para hacer de todo un poco.





miércoles, 1 de julio de 2009

Solaris trajo su pop rock con acento argentino a Guayaquil...

Grupo argentino que visita Guayaquil.
su música en:
www.solarismusica.com


Por: Rafael Veintimilla Aragundi

LA BANDA QUE SURGIÓ HACE DOS AÑOS EN SAN ISIDRO PERMANECIÓ
TRES MESES EN ECUADOR Y PROMOCIONÓ SUS CANCIONES ABRIL Y NO

Existe un videoclip que aparece en la rotación de MTV Latino, en el que una mujer está atada en un sótano, mientras un hombre descifra las pistas, a través de varias fotografías.

Aquellas escenas forman parte de Abril, una de las 12 canciones que el grupo argentino Solaris promociona de su disco debut y homónimo.

Cuenta Pablis (Pablo Legerén), el vocalista y director del videoclip, que Abril hace referencia a una transición.

“En Argentina abril es un mes en el que se mezcla el cambio de estación, de otoño a invierno. La canción se relaciona con eso porque trata de alguien que tuvo algo con otra persona, pero que quedó inconcluso, como una especie de transición”.

A Pablis le apasiona también el cine, de hecho estudió esa carrera. Quizás por eso relata un poco la historia de Solaris como si fuese el guión de un largometraje. Y es posible que la historia de Solaris sea semejante a la de otras bandas como The Beatles o sus compatriotas Sui Géneris. Una historia en la que dos amigos se conocen en un salón de clases, o por lo menos en el patio del colegio, y comparten su pasión por la música.

Pablis y Cheff (Agustín Daverio) se conocieron en las aulas del San Juan en San Isidro (Buenos Aires). El primero lideraba el grupo Smile. El segundo integraba con Volumen Cero y no le gustaba la propuesta de Smile, una inclinada hacia el punk pop de Blink 182. La onda de Cheff tenía que ver con KISS (los ha visto dos veces en vivo) y otras bandas setenteras de hard rock como Aerosmith, Led Zeppelin o Deep Purple.

En 2007 Pablis conoce a Kevo (Christian Pena), quien era alumno del profesor de batería que tenía el bajista Pod (Rodrigo de Cos), durante un viaje a Córdoba.

Cuando Pablis estaba a punto de grabar con su grupo Smile en el estudio Data Rec de su barrio, Cheff, que iba a grabar en el mismo sitio con Volumen Cero, escuchó el trabajo de su amigo y se interesó. Luego en una tocada de Smile, sin el menor tapujo subió al escenario y le “serruchó el piso” al guitarrista.

Pod, el tipo de los brazos tatuados, fue el último en unirse al proyecto. Así nació Solaris, como un híbrido del rock clásico de Cheff, un estudiante de leyes y experto en cocina; con el pop de Pablis, el cineasta; más el punk de Pod, administrador de empresas; y Kevo, un especialista en ingeniería mecánica y de sonido.

Pero, ¿qué significa Solaris? La respuesta la tiene Pablis. “Surgió de una película rusa homónima que dirigió Andrei Tarkovski, basada en el libro de Stanislaw Lem. Según la trama, Solaris es un planeta que ejerce una fuerza superior sobre los seres humanos que se le aproximan y les permite ver sus sueños hechos realidad. Y para nosotros la banda es nuestro sueño hecho realidad”, explica.

Con la banda armada y sin perder tiempo, los cuatro de San Isidro se metieron al estudio para ‘cocinar’ su primer disco, con una base de las canciones de Smile, pero con los arreglos de guitarra de Cheff, quien es admirador de Ace Frehley, Joe Perry, Jimmy Page y otros.

Todo eso sin descuidar las presentaciones en vivo, en la que incluso telonearon a los estadounidenses The Ataris.

Para Solaris el ‘target’ siempre estuvo definido: las jovencitas. La idea de la promoción también estuvo clara desde que salió el álbum en 2008: primero la canción rítmica; luego el tema rebelde (No, que tiene algo de punk y rap) y como tercer ‘track’, Nada por mí, la balada melosa.

Según Cheff, esta última melodía es ‘cero watts’. Allí “las guitarras acústicas y un piano son la base”.

Las demás canciones que componen el disco de Solaris son: Silencio, Perdiendo el tiempo, Nunca más, Hey, Recuerdos, Ya no puedo, Estoy vivo, Tardes y Tormenta, que tocarán en la radio Punto Rojo, el 11 de julio próximo, y otros escenarios ecuatorianos durante un mes. Pero esa es otra historia.